1872. Temerario

«Esto es molesto», pensó Noah mientras el agujero negro vertía aún más materia oscura dentro de su mente.

La energía superior no se detuvo ahí. Fluyó dentro de los ojos y orejas de Noah para mejorar su percepción lo máximo posible. Era evidente que sus otros combustibles no podían mantenerse al nivel de las habilidades de los fantasmas. Solo su agujero negro podía darle una oportunidad de evitar herir a sus amigos.

—¿Te importa dejar de apuntarlos hacia mí? —preguntó Wilfred mientras levantaba una ceja y golpeaba el aire.

Una explosión resonó rápidamente detrás de Noah y lanzó hacia atrás a uno de los fantasmas que había salido de la superficie rota. Parecía que solo la mitad de la escena había sido una ilusión. Noah realmente había destruido el suelo y convertido parte del ambiente en productos de su ambición. Los efectos de esas criaturas habían empezado a afectarlo solo durante su último movimiento.