Los expertos regresaron a sus respectivas áreas de entrenamiento después de una breve conversación. No tenían mucho que decir. El Rey Elbas solo estaba preocupado por las posibles consecuencias que sus acciones podrían tener, pero también era consciente de que no tenían opciones.
Dejar que el mundo continuara en su camino anterior solo habría llevado a la victoria del Cielo y Tierra. Las decisiones de Noah podrían haber empeorado la situación y puesto al plano superior en un camino peor, pero los expertos debían preferir eso sobre una derrota inevitable.
Los antiguos gobernantes podrían recuperar su poder original, pero esa era una posibilidad que Noah y los demás tenían que aceptar. No importaba si el mundo terminaba obteniendo dos versiones amenazantes del Cielo y Tierra. Todo era mejor que una pérdida causada por la falta de tiempo para mejorar.