Noah vio las lesiones que acababa de curar abrirse de nuevo. Su cuerpo era demasiado débil para permanecer sin afectar después de un choque frontal con una criatura de categoría media. Su destrucción debilitó las tormentas que caían sobre él, pero el impacto aún lo lanzó hacia abajo y cubrió su cuerpo con heridas.
Las tormentas se desmoronaron mientras la conciencia de Noah continuaba destruyendo los vientos y forzando su energía a fluir hacia su figura descendente. El impacto y la caída no afectaron su conciencia ni concentración, por lo que sanó mientras luchaba por dispersar su impulso.
Un vasto túnel que las tormentas no dudaron en llenar se formó entre Noah y el avatar marrón. Las áreas vacías solo podían durar unos instantes después de que su conciencia las dejara, pero Noah no pudo evitar ver cómo su oponente extendía su masivo brazo hacia él.