1918. Calvo

El Santo de la Espada no pudo evitar encontrar algo de sentido en las palabras de la mujer. Nunca había sido iluso, así que siempre había considerado errores y defectos que podrían afectar su creencia. El camino de la espada era inmenso, y a veces incluso podía parecer interminable, pero el experto se sentía seguro de su habilidad y dedicación. Llegaría al final de ese camino y encarnaría la cuchilla final.

Su crecimiento relativamente fluido también había sido una de las razones principales detrás de su firme creencia. El Santo de la Espada había necesitado ayuda a veces, especialmente durante su reunión con Noah en las Tierras Inmortales. Aún así, siempre había conseguido superar sus cuellos de botella, y esos logros habían logrado llevarlo a los bordes del octavo rango. Un paso adelante era suficiente para alcanzar el siguiente reino.