Noah sintió vagas sensaciones alcanzando su mente y extendiéndose a través de su cuerpo. Su mar de conciencia era demasiado poderoso para dejarlo completamente inconsciente de sus alrededores, pero no podía entender mucho de todos modos.
La luz blanca apareció lentamente en su visión mientras su mente se obligaba a despertar. Su destrucción se sentía en casa cuando sus sentidos recuperaron algo de claridad y le permitieron inspeccionar el entorno.
La nueva tenue blancura del cielo llenaba sus alrededores, pero parches negros lo manchaban. El espacio se había destrozado en múltiples lugares, pero Noah no podía ver ninguna tormenta a su alrededor. No eran más que vagas imágenes lejos en la distancia, pero incluso sus poderosos ojos no podían estudiarlas.