1934. Obelisco

El esqueleto se hizo añicos después de perder su existencia. El polvo que salió de su cuerpo ya destruido voló hacia Noah y ayudó a reparar sus lesiones.

Los efectos eran apenas perceptibles, especialmente cuando Noah desactivó sus potenciadores. La sustancia inestable, la habilidad de Isaac, y la ambición lo dejaron con una profunda sensación de debilidad que ralentizó sus requerimientos y obligó al agujero negro a invertir más energía para dispersar el estrés. Aun así, no experimentó un agravamiento de sus lesiones, y su cuerpo permaneció estable.

Esas desventajas parecían incapaces de afectar profundamente a Noah. Su cuerpo avanzaba lentamente, pero cada paso hacia adelante consistía en un aumento masivo de poder. Lo mismo ocurría con el agujero negro debido a su conexión con su dantian. Las mejoras de este último se multiplicarían al alcanzar el cuarto centro de poder.