1963. Apuesta

El Rey Elbas no podía evitar sentirse emocionado. Sabía que el nuevo peligro no debería hacerlo feliz, pero su existencia temblaba de éxtasis ante la sola idea de tener un enfrentamiento con el maestro de inscripción que Cielo y Tierra habían reclutado personalmente debido a su talento. El experto incluso olvidó su objetivo inicial. El noveno rango era importante, pero satisfacer su curiosidad venía primero. Esas dos características compartían obviamente una conexión profunda, pero el Rey Elbas no estaba en el estado mental correcto para considerar ese punto. Solo quería ver dónde se encontraba su experiencia frente al aparentemente mejor maestro de inscripción en las Tierras Inmortales.