El Rey Elbas había convertido la técnica defensiva en su propio ataque y había forzado a que chocara con los dos cultivadores. El área llena de energía explosiva estaba demasiado cerca de los dos expertos, por lo que no tuvieron tiempo de reaccionar a ese evento. Además, su sorpresa había retrasado sus acciones aún más, dejándolos completamente indefensos.
Incontables explosiones resonaron, y olas de energía enfurecida volaron en todas direcciones. Los cultivadores estaban haciendo lo mejor que podían para defenderse del poderoso ataque que las runas doradas habían potenciado, pero una nueva amenaza llegó antes de que pudieran solucionar su situación.
Los expertos en etapa líquida inicialmente pensaron que la destrucción a su alrededor estaba alterando sus sentidos, pero eventualmente tuvieron que aceptar que sus olas mentales no les estaban mintiendo. Noah había atravesado la energía enfurecida y volaba hacia ellos sin preocuparse por sus lesiones.