Noah no volvería sobre su palabra. No se trataba de honor o cosas similares que no tenían significado en su mente. Quería ayudar al Rey Elbas, y deseaba realizar su primera exploración del cielo con él.
A decir verdad, el Rey Elbas era el compañero perfecto para una misión tan insana. Estaba preparado para cada situación, y su estado inestable actual no cambiaría eso. Noah ni siquiera podía imaginarse a su amigo desesperándose frente a la muerte.
Aún así, el problema persistía. Noah probablemente fallaría en completar sus preparativos antes de que su amigo alcanzara un estado crítico y lo obligara a comenzar la misión.
El Rey Elbas no necesariamente tenía que entrar al cielo, pero no necesitaba explicar cómo los interiores de la capa blanca tendrían más valor. Nada podía compararse con un fragmento que nunca había tocado el mundo exterior. Su nivel de pureza estaría en una liga superior.