1989. Técnica

Una serie de gritos desesperados trató de filtrarse más allá de la supresión del mundo oscuro, pero Noah se aseguró de mantener el área en silencio. Necesitaba una concentración completa en esa situación. Finalmente estaba llegando a algún lugar, y no podía permitir que nada lo perturbara.

Noah tenía ataques más fuertes a su disposición. Podía usar su corte final, Noche, o Shafu, pero su enfoque estaba en la Espada Maldita ahora. Tenía que cumplir el potencial completo de su arma, lo que terminó requiriendo una nueva técnica.

La sed de sangre era un arma que coincidía con su destrucción. Noah siempre la había usado como una herramienta para mejorar otros aspectos de su existencia, pero había más en ella, y ahora podía sentirlo. La Espada Maldita había dado a luz a esa energía violenta e irracional, por lo que podía desplegarla de maneras que otras técnicas no podían.