—¿Qué va a hacer mi madre con él? —preguntó la chica telepáticamente.
—El Selvega me pidió traerlo aquí y vigilarlo.
—¿Vigilarlo? Tal vez mi madre está planeando encontrar a su respaldo —dijo ella mientras pasaba por el cristal verde—. Si los invasores como él son maliciosos, podrían atraer a los monstruos.
La chica estaba sumida en sus pensamientos, sus ojos brillando.
Dejó de hablar telepáticamente. Miró hacia abajo a Su Ping y preguntó:
—Miembro del clan del caos, ¿te interesa pelear conmigo?
—¿Eh?
Su Ping estaba bastante sorprendido. ¿Una invitación a pelear en su primer encuentro? Esta chica es bastante competitiva.
—Lo siento. No me interesa —Su Ping negó con la cabeza y rechazó.
—¿Es el clan del caos tan cobarde? —La chica frunció el ceño, sin esperar que Su Ping la rechazara. Tal actitud era inconcebible en su clan.
—No cobarde, simplemente no interesado —dijo Su Ping con resignación—. Estoy aquí para establecer una alianza con ustedes, no para causar problemas.