Su Ping se volteó y vio a una mujer de piel azul con un cuerpo estilizado. A diferencia de otros humanoides, tenía una corona de aspecto rizado en su cabeza; estaba profundamente unida a su cuerpo, como si fuera parte de su carne.
Un Dios Ancestral...
Su Ping entrecerró sus ojos. La mujer estaba emitiendo tal presión poderosa que todos los humanoides azules quedaban eclipsados, como una reina ascendiendo a su trono.
—¡Diosa Selvega! —Los Emperadores Dios de su raza se inclinaron rápidamente, emanando una tenue luz azul desde sus pechos hasta sus cabezas. Mostrar su núcleo mecánico era su forma de mostrar el mayor respeto.
Su Ping se quitó el disfraz, ya que había sido descubierto. Su cuerpo empezó a resquebrajarse; en lugar de transformarse en un ser humano, se convirtió en un gigante de casi diez metros emitiendo el aura ancestral del caos. Ese era el verdadero aspecto de su linaje de sangre del Clan del Caos Primitivo.