Antes de la Última Guerra (2)

—Teniendo en cuenta tu sabiduría, debes haber tomado en cuenta el riesgo de fracaso y tomado precauciones para ello, ¿verdad? —dijo Su Ping.

La Madre del Caos asintió. —Así es. Si fallas, inmediatamente cortaré todos los sentimientos; los tuyos y los de todas las especies.

Su Ping la miró en silencio. Simplemente se giró para mirar al Pequeño Esqueleto, solo para descubrir que su aura de contrato ya había desaparecido. Dos luces carmesí aparecieron en los ojos del pequeño, como si lo mirara con curiosidad.

El Pequeño Esqueleto era actualmente una mascota sin dueño. Considerando su nivel, podría verse como una bestia feroz.

Sin embargo, Su Ping no sentía ninguna intención asesina proveniente del Pequeño Esqueleto. La sensación era cálida. Incluso sin el contrato, el Pequeño Esqueleto no le haría daño.

—Luchemos juntos de nuevo —dijo Su Ping suavemente.