CAPITULO 42: UNA SOMBRA CAMBIA LA VIDA. PARTE 3

"¡Si no detienes esto, juro que la matare!" – Dijo el enmascarado, mientras con el poder de sus tentáculos, levantaba a Bai Guoer quien estaba en el suelo, el enmascarado uso todos los tesoros que tenia para protegerse de la luz divina, la cual incluso lo empezó a afectar, al ver que estaba arrinconado, no tuvo más opción que usar a Bai Guoer. 

Adrián sabía que una vez iniciado no se podía detener, pero usando lo que le quedaba de fuerza, sabía que podía planear algo, ya era hora de que terminara este evento. 

El enmascarado conocía muy bien el corazón y los sentimientos de los humanos, así que una amenaza ayudaría a resolver el problema presente, si esa amenaza iba dirigido hacia alguien apreciado.

Adrián no dijo ninguna palabra, pero con lo último que le quedaba de fuerza, simplemente señalo la bola dorada de luz brillante con el único brazo que tenía. 

En ese momento fue, como si se hubiera detenido, y la luz dorada empezó a desaparecer.

El enmascarado carraspeó mandando a volar hacia un lado a Bai Guoer.

En ese momento, las ropas del enmascarado habían desaparecido, mostrando a la escena, el cuerpo de un demonio con atributos femeninos, la cual se levantó mostrando su cuerpo hacia el exterior, un cuerpo pálido como las cenizas, y con venas negras que latían ferozmente. Ella cayo al suelo. Y el enmascarado se acerco para ayudarla. 

"¡Desgraciado, pagaras por lo que has hecho!" – Dijo el Enmascarado, quien luego se volvió hacia Adrián, no quería que un imprevisto volviera a suceder, por lo cual Adrián debía morir primero. 

El enmascarado saco la espada llena de miasma, provocando que el exterior se llenara de presencias malignas, parecía que la espada tenía el poder de cambiar el entorno de su alrededor.

Adrián simplemente sonrió, mientras escupía al suelo, casi no podía ver, ni tampoco sentir.

Aunque si pudo sentir, como la energía del miasma se envolvía en su cuerpo, parecía que este realmente era su final. 

Adrián estaba muy débil como para defenderse.

Sin embargo.

"¡ACABEMOS CON EST….!" – Cuando el enmascarado quiso usar su espada para acabar con Adrián, de pronto un brazo le atravesó el pecho.

"¡BUAGH…!"– El Enmascarado escupió varias bocanadas de sangre oscura al piso, mientras daba un paso hacia atrás, retrocediendo sin creer lo que estaba pasando, pero su corazón fue aplastado, junto con varios de sus otros órganos, a la vez que su cuerpo empezó a pudrirse.

Esto era algo que solo un Demonio podía hacer. Cuando se dio la vuelta, las palabras no podían salir de su boca, sin embargo, aunque no podía creerlo, decidió gritarlo. 

"¡PORQUE ME TRAICIONAS! ¡HERMANA!" – Grito en agonía, mientras veía como sus brazos se volvían tan negras como el carbón, provocado por la destrucción de su corazón, además, de que su cuerpo fue infectado rápidamente.

En cualquier circunstancia, un demonio no tenía corazón, pero él había formado uno, siempre lo había mantenido en secreto, solo su hermana lo sabía, formar un corazón significa empezar a sentir, volverse algo humano, por lo cual los demonios repudiaban ese comportamiento.

Pensó muchas veces, en eliminar ese tal corazón, pero su vida estaba atada a ese destino que el mismo había formado.

Hoy, su debilidad había sido su peor error.

Mientras el enmascarado perdía su cuerpo poco a poco, y todos sus tentáculos caían al piso, sin poder hacer nada más que mirar con una mirada de incertidumbre. 

"¡PORQUE NO ME RESPONDES!" – Grito, mientras empezaba a perder la poca conciencia que le quedaba, en cambio la que parecía ser su hermana, no respondió a ninguna de sus preguntas, simplemente se acercó hacia Adrián, y lo ayudo a levantarse. 

Cuando vio esto, el demonio sabio que había algo mal en su hermana, ya no parecía la misma, la forma en que veía a ese humano era diferente, algo había cambiado, lo pudo notar al instante, pero se dio cuenta demasiado tarde. 

"¡MALDITO HUMANO…QUE ES LO QUE LE HICISTEA MI HERMANA!" – Mientras perdía su fuerza, y empezaba a caer en pedazos, su furia, y odio fue redirigido hacia Adrián, al cual quería matar por todos los métodos posibles. 

Adrián sabía que había ganado nuevamente, pero su cuerpo en realidad había perdido demasiado. 

Él también estaba en la lucha de no perder la consciencia, pero cada vez se hacía más difícil.

"¡NO…! ¡ESTE NO SERA MI FINAL! ¡AL MENOS…ME VENGARE!" – Mientras el cuerpo del encapuchado, se volvía negro, de pronto sus ojos como el carbón empezaron a destellar con una luz horrible, y todo el barco empezó a llenarse de un aura opresiva. Una torre se manifestó arriba del demonio. 

De la torre un núcleo plateado empezó a brillar y a girar.

"¡TE LLEVARE CONMIGO!" – Grito el demonio, mientras su núcleo giraba alocadamente, mientras toda su energía se filtraba hacia el exterior, provocando que todo el barco temblara.

Era una energía monstruosa que estaba haciendo todo lo posible para explotar. 

Adrián miro al demonio, pero no podía hacer nada, eso era algo que no podía detener, incluso si utilizaba al demonio que logro poseer, tal fuerza lo destruiría inmediatamente. 

Ahora no sabía que hacer, incluso si usaba todo lo que tenía, no estaba seguro que podría sobrevivir, solo si tenía toda su fuerza completa, quizás habría alguna esperanza, pero ahora estaba el también al borde del colapso.

Adrián voto otra bocanada de sangre al suelo, su tez se ponía pálida, mientras sentía como sus órganos se movían interiormente. Retorciéndose, era una sensación muy dolorosa, lo cual lo llenaba de escalofríos. 

Pero a la vez, también miro a Bai Guoer, realmente no sabía lo que pasaba por su cabeza. Sacrifico su cuerpo tratando de protegerla, pero esa era su personalidad. Poner todo en riesgo, incluso su vida.

Pero después de todo así era su vida, después de todo él era quien algún día se convertiría.

"En el diablo celestial" 

Claro si lograba sobrevivir.