Joanna Lawrence, sintiéndose algo tranquila por las palabras de Tedd, asintió y dijo:
— Gracias por contarme todo esto, Tedd.
Tedd sonrió levemente:
— De nada, señora Joanna.
*
Joanna siguió a Tedd al salón.
Una criada la vio y se acercó a Lady Octavia, recordándole:
— Señora, la señora Joanna ha vuelto.
Lady Octavia sostenía una taza de café, dio un sorbo y giró lentamente su cabeza.
Cuando vio a Joanna, la sonrisa en sus labios se desvaneció un poco.
Joanna pensó que era irónico ver a Lady Octavia así.
En el teléfono, antes, había sido tan amable, probablemente porque temía que su actitud evitara que Joanna regresara.
Cuando aún estaba a unos metros de distancia de Lady Octavia, Joanna se detuvo y la llamó con un tono indiferente:
— Mamá.
Lady Octavia no le caía bien y Joanna tampoco le caía bien a Lady Octavia.
Ambas tenían actitudes indiferentes.
—Has vuelto —Lady Octavia la miró y volvió a girar su cabeza hacia la mujer que estaba sentada frente a ella, diciendo: