—Jeremy, había algunas cosas que Ashton y yo no queríamos contarte porque teníamos miedo de que te sintieras desconsolado. Pero ahora, a Joanna solo le importa que estés sano y salvo; nada más importa. Así que, incluso si lo que estoy a punto de decirte te entristece, aún necesitas saber la verdad.
—Jeremy, ¿qué quieres decirme? —preguntó.
Joanna miró al joven delgado y guapo frente a ella, viendo su cara pálida y enfermiza, sus ojos se llenaron de dolor de corazón.
¿Por qué su Jeremy tenía que sufrir tanto?
Ella preferiría que la familia Heath nunca hubiera encontrado a Jeremy.
Preferiría que Jeremy siguiera siendo una persona ordinaria para siempre.
Nunca deseó una vida de riqueza y lujo; para ella, su seguridad y salud importaban más que cualquier otra cosa.
Las personas ordinarias también tienen su propia felicidad.
No importa cuán adineradas y poderosas sean las familias Heath, si le traen peligro a su Jeremy, no es un buen lugar para estar.