—Esa publicación de blog que Annie envió, ¿eres tú el que está detrás de ella? La has arruinado completamente, ¿sabes? Ella ni siquiera quiere vivir.
—¡Si algo le sucede a Annie, juro que nunca te perdonaré!
Al escuchar la voz casi rugiente de Rose Liall, Joanna Lawrence se quedó en silencio, su voz fría:
—¿De qué desvaría la Señora Rose? No entiendo. ¿Cómo es mi problema si Annie Lawrence no quiere vivir? ¿Cómo de repente se convierte en mi culpa que yo la esté forzando a morir?
—¡Joanna Lawrence, Annie está en el hospital ahora! ¡Ella aún no ha recuperado la conciencia! —dijo Rose Liall enfadada—. Todo por tu culpa. Si algo le pasa a Annie, no te lo perdonaré.
—¿Has terminado? —El tono de Joanna estaba desprovisto de cualquier emoción.