Su temperamento había cambiado por completo.
Pero el cambio que Joanna Lawrence notó a primera vista no fue el cambio en la apariencia de Jeremy.
Estaba en sus ojos.
El antiguo Jeremy siempre había dado a la gente una sensación cálida y soleada.
Era un chico joven y alegre.
Pero ahora, él...
Joanna vio algo en sus ojos que no correspondía a su edad.
Una vez pensó que estaba equivocada.
Porque cuando miró de cerca, Jeremy parecía haber vuelto a su antiguo yo, apareciendo como un chico grande, despreocupado y dulce.
—Joanna.
Con una cara guapa y elegante como la de un hermoso joven de un cómic, extendió sus brazos para un gran abrazo para su hermana mayor.
Mientras abrazaba a Joanna, Jeremy frunció el ceño y susurró:
—Oye, ¿por qué siento que has perdido peso otra vez? ¿Es realmente duro el rodaje? ¿No has estado comiendo bien?
Joanna lo abrazó también, luego se rió y lo apartó:
—Eso es tu imaginación. Acabo de pesarme y sigo igual que antes.