—Señora White, ¿no va a volver Frank a casa? —preguntó Soleado Puente, mirando el semblante de la Señora Parker, su corazón se hundía, sus ojos llenos de pérdida.
—Me temo que no volverá hoy. Ha tenido un asunto importante en el trabajo que requiere su atención personal, así que no hay nada que pueda hacer —La Señora Parker giró su cabeza, tomó su mano y suspiró levemente.
—Soleado, eres tan comprensiva. Debes entender que para un hombre, su carrera es muy importante —comentó.
—Señora White, entiendo —dijo Soleado, aunque se sentía infeliz, tenía que fingir comprensión y compasión, y con desagrado contenido, asintió.
—Qué niña tan buena —la Señora Parker la elogió—. Frank necesita una mujer a su lado que sea a la vez gentil y comprensiva. Si ustedes dos pudieran estar juntos, sería maravilloso, entonces no tendría que preocuparme por él estando solo sin una mujer que lo cuide.