La mirada de Quinn Powell había disipado inmediatamente la culpa en el corazón de Jacob Powell, y él habló seriamente:
—Xaviera, escuchaste cómo acaban de acusar maliciosamente a Quinn. Si la verdad apareciera en línea, no sabríamos qué dirían los internautas, y la compañía de la familia Powell se vería afectada. ¿Vas a observarnos fracasar en nuestras inversiones? Tienes la sangre de la familia Powell en tus venas. ¿Cómo puedes ser tan despiadada?
Xaviera lo miró fríamente:
—Entonces, ¿debería asumir la responsabilidad de estas consecuencias? ¿Debería seguir siendo el blanco de la sospecha y el abuso de los internautas, asumiendo todo esto por la familia Powell?
Jacob tomó una profunda respiración:
—Xaviera, esto concierne al negocio de la familia Powell. ¿Puedes por favor dejar de aferrarte a esto con terquedad?
Quinn tiró de la ropa de Jacob, sus ojos llenos de triunfo.