fg

—¿Qué está pasando? —No estoy seguro. Pero debemos informar al Soberano.

Uno de los ángeles se apresuró a regresar al Reino del Cielo, donde el Rey Grianor, el Soberano del Cielo, estaba sumido en discusión con las otras deidades. A su llegada, al ángel se le concedió entrada al gran salón, donde se arrodilló ante el rey, con la cabeza inclinada en reverencia.

—Mi Soberano, hemos sentido vibraciones peligrosas provenientes del Reino Demonio. Parece que algo está sucediendo allí —Las deidades intercambiaron miradas inquietas, sus expresiones una mezcla de preocupación e incredulidad. El Reino Demonio había estado en silencio durante tanto tiempo, este disturbio era inesperado.

Sin demora, el Rey Grianor y las deidades se dirigieron al límite entre los Reinos Demonio y del Cielo. De pie al borde de la ominosa oscuridad, todos podían sentir las vibraciones pulsantes y poderosas que irradiaban desde su interior.