Problemas

—Ting'er, cuando seas un poco mayor, iremos a visitar a tu tío y traeremos a tu hermana a casa —dijo suavemente Bai Luyun viendo a su hijo amamantarse con avidez.

Después de terminar de alimentar y vestir a su hijo, salió del dormitorio. Al salir al exterior, vio a su marido atendiendo el huerto.

—Esposa, ¿por qué te has levantado tan temprano? —preguntó Han Yuheng tomando sus manos entre las suyas al escuchar sus pasos y se volvió a mirarla.

—Ting'er tenía hambre —respondió ella en un aturdimiento.

—Ya casi termino aquí. Deberías ir a lavarte. Yo prepararé el desayuno, y podremos comer juntos —dijo Han Yuheng apretando sus manos suavemente.

Esta fue la primera vez desde su matrimonio que su marido le había mostrado tal cuidado. Se sentía como si su perdido Ah Heng finalmente hubiera regresado a ella.

—Ah Heng, ¿vas a ir a la montaña otra vez hoy? —preguntó mirándolo.