En ese momento, los tres ya se conocían muy bien. Por lo tanto, ni Zhang Ermu ni Han Yuheng rechazaron su oferta.
Mientras comía, Han Yuheng preguntó —Hermano Chenze, ¿necesita su familia pedir prestado el salón del pueblo para el banquete de boda?
Tras un momento de reflexión, Li Chenze asintió y dijo —También podríamos necesitar pedir prestado las mesas y sillas que están junto al salón del pueblo. Además de los aldeanos, mi hermano también quiere invitar a sus amigos.
Recordando la ayuda que la familia Li le había brindado, Han Yuheng dijo —Hermano Chenze, ya que su familia necesita preparar tantas cosas, ¿qué tal si les ayudo con los arreglos del salón de bodas?
—No debería ser problema pedir prestadas mesas y sillas a los aldeanos. En cuanto al salón del pueblo, puedo pedir a los ancianos que firmen los documentos necesarios. A lo sumo, su familia quizá necesite proveer algo de sopa o bollos al vapor para los aldeanos no invitados durante el banquete de boda.