—Sobresaltado por la voz de Madre Pan, Li Lingyun levantó la vista. Al ver a su suegra parada fuera de las vallas con una sonrisa, preguntó sorprendido —Madre, ¿qué te trae por aquí tan temprano?
Madre Pan levantó su cesta con una sonrisa y respondió —Estaba recogiendo bayas silvestres y de casualidad te vi.
—Limpiándose las manos, Li Lingyun abrió la puerta y preguntó —Madre, ¿has comido?
—Entrando al patio trasero, Madre Pan respondió —Tu tercera cuñada ya preparó desayuno para mí. Comeré con ellos más tarde.
—Mirando alrededor y no viendo a su hija, preguntó —Ah Yun, ¿dónde está Jiajia?
—Ante su pregunta, Li Lingyun se sonrojó y respondió después de un momento —Madre, mi esposa aún está durmiendo.
—Echando un vistazo al cuello de su yerno, Madre Pan notó un rasguño y de repente se sintió incómoda. ¡No había imaginado que su hija pudiera ser tan–salvaje ah!