Después de un momento, Wang Muxiao dijo:
—Tía Huang, ¿no puedes hablar sin gritar y escupir? Tu voz alta asustó a mis bebés ah.
Madre Huang se quedó atónita ante sus palabras. Cuando se dio cuenta de que Wang Muxiao estaba bromeando, abrió la boca y dijo:
—Tú–
Pero antes de que pudiera decir una palabra, Wang Muxiao continuó:
—Además, ¿puedes hablar sin rociar saliva por todas partes? ¿Qué pasaría si disgustas tanto a mis bebés que deciden salir antes de tiempo? ¿Asumirías la responsabilidad?
En el momento en que todos escucharon sus palabras, se quedaron sin palabras. Todos se dieron cuenta de que ella había vuelto a usar su embarazo como escudo, mientras también regañaba a Madre Huang al mismo tiempo cuando escucharon sus palabras.
Una vez que se dio cuenta de esto, el rostro de Madre Huang se puso rojo de ira. Apuntó hacia Wang Muxiao y preguntó enojada:
—Wang Muxiao, ¿qué quieres decir con eso? ¿Estás diciendo que soy asquerosa?