Dong Li leyó el acuerdo detenidamente antes de estampar su huella digital. A pesar de ser simple, el contrato establecía claramente la cantidad de la inversión, la asignación de las acciones y la distribución de las ganancias.
Una vez que ambos habían firmado, Lu Han le entregó a Dong Li una copia y dijo —Cada uno de nosotros guarda una copia. Si surge algún problema en el futuro, esto servirá como prueba.
Dong Li sonrió y respondió —Tío mayor, confío en usted.
Lu Han lo miró y dijo —Ah Li, nadie sabe lo que depara el futuro. Las personas cambian, y no podemos garantizar que nosotros tampoco cambiemos. Entonces, no importa cuánto confíes en alguien, siempre separa las emociones de los negocios.
—Tío mayor, entiendo.
Lu Han le dio una palmada en el hombro a su sobrino y dijo —Bien. Es tarde, deberías volver.
Dong Li asintió y respondió —Pronto visitaré de nuevo, Tío mayor.
—Ten cuidado en tu camino de regreso.
—De acuerdo.