Al escuchar las palabras de An Xuyuan, Zhang Yulan salió de sus pensamientos. Le tomó un momento recordar su pregunta, y respondió —Oh, esos jabones fueron dados por la Hermana Jueyu. Ella los hizo ella misma.
—Hermano An, la calidad de este jabón es mucho mejor que los que venden en la tienda de suministros, ¿verdad? —preguntó con una sonrisa.
En comparación con el jabón vendido en la tienda estatal de suministros, este jabón era de verdad de mayor calidad. No solo hacía más burbujas y olía bien, sino que también podía remover manchas de aceite fácilmente.
Él asintió y acordó —Mhmm, limpia manchas de aceite con facilidad.
Cuando ella escuchó esto, Zhang Yulan se levantó y fue al cobertizo para la madera. Cuando regresó, llevaba una jarra en sus brazos.
Colocó la jarra en el balcón y dijo —Hermano An, puedes quedarte con esta jarra de jabón. Todavía tenemos varias jarras, y nos durarán mucho tiempo. Si necesitas más, solo házmelo saber.