Imperdonable

(Desde la Perspectiva de Azul)

—Lo que estás diciendo es la verdad. No del todo, pero sí, hay algunas verdades en ello. Te quería aquí y por eso fui a tu hijo. Aunque también quiero a tu hijo. Quiero que se dé cuenta de su verdadero valor. Quiero que sepa lo que puede hacer, hasta dónde puede llegar. Pero en realidad puedo vivir sin él. Principalmente te quiero a ti aquí. Quiero que cumplas mi deseo —dijo Azul.

—¿Por qué? ¿Quieres que te dé un... nieto? —pregunté. Podía entender poco de lo que él realmente quería.

—Mantendré a ese niño aquí, conmigo y puedes tener a toda tu familia de vuelta entonces. No intervendré.

—¡Ridículo!

—Te estoy diciendo la verdad —afirmó Azul con calma—. No te estoy mintiendo. No te mentiré sobre nada.

—Hay más en este deseo, ¿no es así? —pregunté. Pude sentirlo. Casi podía escuchar la condición—. ¿Qué es? ¿Por qué no te aclaras sobre esto?

—Lo sabrás cuando sea tiempo.