Víctor Ignis frunció el ceño mientras miraba los titulares que llenaban la pantalla de su teléfono. Sus dedos sentían comezón de lanzar el dispositivo contra la pared más cercana. El escándalo que había orquestado—meticulosamente planeado hasta el último detalle—había caído en polvo ante sus ojos. ¿Cómo había sucedido esto? Había asegurado que cada elemento de la situación estuviera controlado. Había confirmado que la mujer a la que Rafe había acompañado al hospital había estado planeando un aborto. Pero ahora, ¿qué? Ella había dado vuelta a la narrativa, anunciando públicamente su matrimonio con él.