Tiempo perdido

Esto era exactamente lo que Tang Yue quería hacer.

Habiendo entendido este punto, Su Bei tomó su decisión.

Quizás Tang Yue pensaba que todo estaba bajo su control y que Su Bei nunca podría escapar de su alcance.

Una leve sonrisa apareció en los ojos de Su Bei. ¿Realmente Tang Yue estaba tan segura de sí misma?

Su Bei sacó su teléfono y llamó a Yue Ze.

—Creo que esta es la decisión correcta —dijo Yue Ze con una sonrisa—. Lo haré de inmediato.

Después de que Su Huixian llegara, usó su estrategia usual de ganarse los corazones de las personas repartiendo aperitivos para todos y sobornándolos con pequeños favores.

No estaba preocupada por la actuación. Si Su Bei podía actuar, ¿por qué ella no?

Su Huixian distribuyó los aperitivos y caminó frente a Su Bei, entregándole algunos. —Qué coincidencia. Su Bei, esta vez actuarás junto a mí.

—Qué coincidencia, en efecto —Su Bei tomó los aperitivos y jugó con ellos en sus manos.