Bajo las circunstancias de hoy, Su Bei definitivamente no elegiría al Señor Lu ya que solo se estaría humillando a sí misma. En cuanto a Feng Ze, aunque todos no lo conocían muy bien, sabían que una persona como él no fingiría ser cortés con un personaje como Su Bei. Además, él lucía frío e indiferente. Si Su Bei lo eligiera, las consecuencias serían terribles. Entonces, la persona que Su Bei más probablemente elegiría era su exnovio, Du Luo. Debido al contraste de estos dos dioses, Du Luo parecía tan accesible. Probablemente era el hombre más probable para ayudar a Su Bei a completar este desafío. Sin embargo, si Su Bei y Du Luo tuvieran un escándalo, sería malo.
Mai Lele llevó a Su Bei a su lado y dijo en voz baja:
—Su Bei, no tengas miedo. ¡No permitiré que sufras! Si es necesario, ¡haré que mi hermano mayor te ayude! ¡Mi hermano mayor no se atreve a desobedecerme!
En realidad, Su Bei se tranquilizó al ver a Lu Heting. Mai Lele, por otro lado, era bastante leal. Su Bei sonrió: