Después de un rato, esas palabras seguían rondando en la mente de Lu Heting. ¿Xiao Bao? ¿Enfermedad del corazón?
Parecía haber pensado en algo. No podía captar completamente los pensamientos en su mente, pero eran tan claros.
Lu Heting soltó el documento que tenía en la mano y salió caminando a grandes zancadas. Corrió hacia fuera y sus pasos se hicieron cada vez más apresurados. Finalmente, Lu Heting encontró a Gu Xifeng justo cuando estaba a punto de dejar el hospital.
—¿Hay algo más, señor Lu? —preguntó Gu Xifeng.
La respiración de Lu Heting se aceleró. No era porque caminara rápido, sino por algo más.
—¿Qué crees que le pasó a Xiao Bao? —preguntó Lu Heting, su voz flotando en el aire.
Gu Xifeng metió una mano en el bolsillo y pensó por un momento antes de decir: