Sin embargo, la búsqueda de su carrera y vida le había enseñado a Su Bei que un guión tan bueno y un director solo se podían encontrar por suerte, especialmente cuando se trataba de trabajar con Camilan. Incluso actores de renombre internacionalmente no encuentran tales oportunidades con frecuencia.
Así que, tenía que seguir hablando:
—Si lo hago, tendré que ir al País T. El rodaje tomará unos tres o cuatro meses.
Como era de esperar, Lu Heting frunció el ceño y una mirada profunda cruzó por sus ojos.
—País T es un país tropical. La seguridad allí tampoco es muy buena.
—Lo sé. —¿Cómo podría Su Bei no saberlo? La última vez que fue allí, muchos de las personas con las que viajaba se habían enfermado. Algunos habían sufrido el robo de sus teléfonos y billeteras.
Lu Heting siempre había apoyado la carrera de Su Bei, pero no podía dejar que ella fuera a lugares peligrosos.
—Su Bei, no puedo dejar que vayas allí.
El rostro de Su Bei se oscureció un poco.