Como si hubiera caído un rayo en medio de la sala, repentinamente todo quedó en silencio. Las figuras que todavía mantenían un poco la conmoción se limitaron a mirar con ojos tan grandes como focos blancos que temblaban nerviosamente mientras los demás incluso parecerían haber olvidado cómo respirar.
Los internautas enviaron una cadena infinita de signos de exclamación pensando que quizás la señal les había impedido escuchar con claridad. Porque de otra forma el abogado había preguntado “¿Esta usted negando que se abalanzó con intenciones abusivas contra el omega Jeon Qi?” Y contra todo pronóstico, el acusado había dicho “No. Estoy negando que fui consciente de ello, ya que, como él, también soy una víctima”
Entonces la luz verde floreció y los fanáticos enviaron stikers de caricaturas gritando y muriendo del shock.
Pero en especial el escepticismo era bastante claro en la terrible expresión del abogado defensor, quien en un ataque de ira gritó.
—¡Quién te crees, Seong Ho!
Naturalmente Seong Ho se sorprendió, pero entonces escuchó la voz del juez diciendo «Abogado Rong, le ruego que se atenga al protocolo establecido» y todo tuvo sentido.
Miró el rostro rojo de ira, nudillos apretados, una mueca bruta.
«…»
Aunque cabe decir que lo imaginaba un poco diferente, este hombre debía ser Rong Wei, el prometido del protagonista, por el que se supone tenía que competir para ganar su amor y así salvar el mundo.
Hubo un silencio mental y luego «…¿Este tipo en serio es el detonante del gran villano en el futuro?»
Pese a no ser el momento, no pudo evitar preguntarse.
Por su parte, Rong Wei ignoró al juez y ferozmente preguntó al operador:
—¿Resultados?
El encargado del detector, un poco inseguro, leyó lo que todo el mundo podía ver en pantalla.
—El detector dice que el acusado dice la verdad.
Se escuchó un unánime «¿Qué?»
Las preguntas siguientes obtuvieron resultados similares.
—¿Es cierto que ha estado siguiendo a Jeon Qi?
—No.
—¿Esta diciendo que ni siquiera lo llamó a la Zona V y lo obligó a ingresar al salón privado?
—Yo nunca haría tal cosa.
Hubo una ola de murmurios, y si no era por la situación, Seong Ho estaba seguro que Rong Wei, el tipo de cabello lila y el omega al que terminaron enviando fuera de la sala una media hora atrás, ya se habrían lanzado a golpearlo.
—¿Entonces por qué se ausentó de los anteriores llamados? ¿No estaba dudando sobre las formas de huir de este conflicto?
Casi se podía ver el humo flotando sobre la cabeza de Rong Wei, frustrado por no conseguir acorralarlo, hacerlo caer. Siendo consciente de las habilidades de Seong Ho, había estado convencido de que sería cuestión de tiempo antes de tocarle un nervio y desenmascarar su oscura personalidad, ya sabes, Seong Ho era el tipo de persona que manipulaba su imagen pública mientras hacía sus fechorías en las sombras.
Pero pese a la clara intimidación, Seong Ho no mostraba ningún cambio en su rostro y Rong Wei estaba cada vez más furioso por eso.
Y era lo normal ya que en realidad a Seong Ho no podía afectarse en lo absoluto. Su única posición era que el collar le era incómodo y tenía sed, pero tomar agua al tiempo que el protagonista gong hablaba podría ser visto como un acto de enfrentamiento y empeorar la trama, así que solo podía seguir mirándolo.
Por supuesto si se había ausentado era porque él mismo todavía no había llegado a este mundo y “huir” tampoco era la palabra correcta. Así que con sinceridad respondió:
—Como dije, yo no lo hice.
El detector dio positivo ya que otra vez Seong Ho remarcó el “yo”.
—Con eso terminamos el interrogatorio —el juez no aceptó las objeciones del abogado Rong y del fiscal y dijo—. Las pruebas intermedias comenzarán en breve.
Seong Ho lanzó un vistazo al enérgico co protagonista y no tuvo muy en cuenta el cómo tuvo que reprimir la hostilidad en su mirada, solo pensó en que todavía no podía bajar la guardia: el otro era el elegido del protagonista y esto acababa de empezar.
Entre la confusión del público había alguien que particularmente parecía que iba a morir de estrés. Jeon Yu se intentó acomodar el flequillo con el que se había estado desquitando, al no conseguirlo resopló, cruzó las piernas y se quejó del dolor de cabeza que le había estallado de repente.
Por undécima vez pensó en marcharse, por supuesto, pero aunque sabía que su padre ya no lo detendría, no se movió de su asiento.
Había esperado ver un espectáculo donde un alfa obtuviera un destino miserable y así al menos burlarse con veneno en la lengua, pero por alguna razón esto no resultó, y no solo eso, sino que al ver este conflicto en vivo, estaba sufriendo un tipo de malestar que solo podía descargar moviendo el pie repetidamente.
Rong Wei… Rong Wei ¡Maldito, y todavía querías que confiara en ti!
No había nada qué ver ni qué esperar, pero no era como si simplemente pudiera ordenarle a sus sentimientos que se desvaneciera, que se transformaran en otra cosa que no fueran el dolor y el resentimiento que parecían quebrar sus paredes ya rotas. Por eso, quizás, pensó, todavía seguía allí como una enredadera enterrada en la silla. Quizás en el fondo todavía tenía una gota de esperanza o de estupidez, creyendo que el amor de su vida volvería y querría redimirse porque él entregó todo de sí, como si dar hasta lo último del corazón fuera suficiente para que el amor fuera correspondido.
A veces por más que se aferre y se luche, simplemente las cosas no dan para más.
Aunque quizás tampoco estaba allí por eso. Con la nariz roja y constipada, se le ocurrió que quizá estaba allí para ver cómo Rong Wei luchaba por Jeon Qi una vez más y así repetirse que alejarse de él era lo mejor.
Pero entonces, ¿por qué mientras lo pensaba sus ojos llenos de lágrimas no miraban a Rong Wei sino a Seong Ho?
Jeon Yu se secó el orillo de los párpados con una mano y pensó que simplemente se estaba volviendo loco. O quizá ya estaba loco, quien sabe.
Seong Ho, al igual que él, había esperado a la persona que quería por mucho tiempo. Tal vez por eso en estos momentos Jeon Yu sentía un rastro de empatía hacia él.
Pero a diferencia de Seong Ho, Jeon Yu sabía que ese alfa no era inocente. En su caso fue Rong Wei quien le dijo, quien prometió, quién siguió buscando excusas ¿pero Seong Ho?
Por supuesto que era un estúpido hijo de puta.
Por supuesto que se merecía las desgracias porque todo de él era detestable.
El mismo Jeon Yu había visto como Seong Ho abarrotaba con regalos extravagantes a Jeon Qi, aún cuando ya habían terminado su relación, aún cuando Jeon Qi se había comprometido.
«Un acosador, hostigador, estúpido con mal gusto…» y su lista seguía y seguía.
Él mismo había visto los días que Seong Ho esperaba a Jeon Qi fuera de la universidad e incluso luego de que Jeon Qi se graduara, Seong Ho estacionaba frente a las casas de audiciones fingiendo ser casualidad.
Él lo había visto.
Había visto incluso el día que Jeon Qi se marchó en silencio de una manera extraña. No sabía el fondo y no le importaba, pero luego de pensarlo su tonto hermano solo iría por el pedido de alguien como Seong Ho, de lo contrario le hubiera pedido a Rong Wei con lágrimas de ciervo que fuera con él.
—Se sabe que un detector de mentiras siempre tendrá un margen de error —Las palabras del fiscal resonaron por el auditorio—, por lo que ahora seguiremos con las pruebas. Aún así, aunque el demandado atestiguara que no obligó a la víctima a dirigirse a dicha habitación ¿qué ocurre con la grabación que señala tal agresión?
El abogado de la familia Seong vio la orden secreta del Señor Seong y argumentó.
—Debido a que mi cliente se encuentra presente, ahora sí tengo la autoridad de avanzar como se debe. Respondiendo a la pregunta, lo más importante no es la acción sino el medio ¿qué hacía una cámara de seguridad en un lugar que se supone era privado?
El abogado de Seong pidió el permiso del juez y señaló la entrada.
—Como dijo mi cliente, la prueba de su inocencia es esta aquí.
Una persona estaba subiendo al escenario. Las ondas de su cabello rojo naranja parecían un mar de fuego y sus ojos azul cielo parecían brillar con lágrimas. A simple vista no se sabía si era hombre o mujer, alfa o beta, pero eso no dejó que los televidentes se impresionaran.
—¿Puede presentarse?
—Si —El joven habló tímidamente, sus mejillas rosadas cubiertas de pecas—. Me- me llamo Khan Ra. Me disculpo de antemano si mi lengua no es precisa, pero sigo aprendiendo el idioma.
Nadie, absolutamente nadie sabía quien era este.
Ni siquiera Seong Ho.
Hasta donde había leído no había ningún personaje con la apariencia de Khan Ra, así que no tenía información adicional más que la que había obtenido tras el encuentro con él por la noche.
—¡WHUAAAA SEONG HO!
Al abrir una de las puertas de la Villa Zhen que Seong Guanying había insistido en visitar, fue recibido por el abrazo de un joven que aparentaba unos dieciocho años. Seong Ho había retrocedido, pero Khan Ra se había colgado rodeándole el pecho e impidiendo que lo soltara a toda costa.
Seong Ho había mirado a Seong Guanying buscando alguna pista, pero lo único que había encontrado era una sonrisa aliviada que le decía que tenía algo que ver con este tipo.
—Es… —¿Es, es qué? En realidad había querido preguntar «¿Quién es él y por qué no me suelta?» pero era imposible en ese momento.
—¡¡¡¡WHUAAAA ESTUVE TAN PREOCUPADO!!!!
El hermoso rostro de este joven lloraba y lloraba al punto de ser consolado por Seong Guanying, quien arrullaba.
—Mi hijo esta aquí gracias a ti así que te agradezco de todo corazón, Khan Ra, eres como un ángel para nosotros ¿no es así, Seong Ho? ¿No estás feliz de verlo?
Seong Ho «¿…?»
Khan Ra seguía secándose los mocos y llorando tanto que Seong Ho terminó dando un lánguido «si» temiendo al S2.
—Pe-pero, madre, como su confidente, yo debí uhhh…
Hasta ese momento las mejillas del chico estaban muy rojas y se veían muy lamentables, pero fue cuando Seong Guanying dijo ordenar unas bebidas y salió, que Khan Ra repentinamente cambió su actitud, trepó hasta su oído y susurró:
—¿Quién no puede encargarse de las cosas por si mismo, eh, eh?
Sin una lágrima en la voz.
Rong Wei miró a Seong Ho como si lo amenazara diciendo que ‘ninguna de sus artimañas fuera suficiente’, sin saber que Seong Ho era el más interesado en descubrir qué tramaba Khan Ra. Tenía el presentimiento de que no se trataba exactamente de una mala persona, pero naturalmente era un tipo extraño al que al parecer también le faltaba un tornillo. Seong Guanying parecía tenerle alta estima ¿en qué clase de enredo estaba? ¿No se suponía que amaba fervientemente al protagonista?
Fuera de los pensamientos de Seong Ho, en su discurso como testigo Khan Ra dijo que tenía en sus manos dos pruebas importantes.
—A la mañana siguiente del encuentro con Jeon Qi, Seong Ho se desplomó en mi casa y tras varios análisis se encontraron restos de estimulantes afrodisíacos. Al parecer se trata de un tipo de droga que suele poseer los síntomas de resaca común, y que puede pasar inadvertido entre los alfas.
El juez siguió los documentos en silencio, su ceño frunciéndose levemente.
—Y la segunda prueba que se suma a la primera, es que obtuve los permisos del G Psychedelic e hice una investigación personal. En pocas palabras optimicé las imágenes de seguridad y encontré un video donde se ve a una mesera rozando dos dedos sobre el vaso que se le entregaría a Seong Ho. A pesar de que a simple vista parece que solo esta limpiando el borde, pero ¿no es esto sospechoso? Minutos después de beberlo Seong Ho se frota la frente, movimiento que suele hacer cuando esta incómodo o confundido, y cuarenta minutos después se le ve instando al joven maestro Jeon Qi a seguirlo.
El juez dejó los documentos y dijo:
—Me informan que eres un médico y programador que reside en el país L ¿es correcto?
—Así es.
—Y no existe ningún reporte de que haya visitado nuestro país más que su llegada por avión privado hace unos días —El juez continuó—. Conociendo su experiencia y la información presentada, me gustaría entender cómo puede interpretar con tal precisión el comportamiento de Seong Ho, especialmente dado que no ha tenido oportunidad de observarlo.
Khan Ra sonrió.
La comunidad web estaba explotando por lo lindo que era, pero también estaban enloqueciéndose por insinuación del juez, quien en otras palabras había dicho «¿Qué hace un joven cómo tú, quien nunca nadie ha visto, defendiendo al acusado Seong Ho? ¿No parece más bien un teatro?»
Khan Ra miró a Seong Ho y Seong Ho tuvo un mal presentimiento.
—¿No he tenido oportunidad de conocerlo y observarlo, dices? —Khan Ra frunció las cejas y, con un acento, dijo— ¿Seong Ho no suele salir del país? ¿No ha investigado también a dónde va y con quién? Entiendo que mis palabras puedan parecer inapropiadas en estos momentos, pero quiero dejar algo en claro: Seong Ho es mi confidente y yo el confidente de Seong Ho ¿no es normal defender si al otro lo acusan injustamente?
Khan Ra volvió a sonreír y su sonrisa no medía la dureza en sus palabras.
Todo el mundo dijo «¡Qué!» incluido el propio Seong Ho que no sabía el otro Seong Ho tenía un amante.
Jeon Yu también estaba atónito, entonces sintió que el dolor del cabeza se estaba convirtiendo en una migraña y se obligó a levantarse e irse.
—¡Alto!
Alguien gritó.
Jeon Yu escuchó la voz de Rong Wei y sus huesos se detuvieron, su corazón latió a mil y sus nervios hicieron que girara la cabeza lentamente.
Pero Rong Wei no le hablaba a él. Al contrario, lo único que encontró fue su espalda dirigiéndose directamente al testigo y al jurado.
Rong Wei dio un paso al frente.
—Aún si se considera el factor droga, el acoso que sufrió la víctima durante años no puede dejarse pasar ¿no fue la droga una excusa perfecta para justificar sus actos? Puede que incluso fuera un plan organizado por el acusado —Rong Wei apuntó— Antes de que el abogado defensor objete “¿Qué pruebas tengo?” Hay evidencia satelital de las ubicaciones de ambos que constantemente coincidían, y teniendo en cuenta que dichos lugares tienen qué ver con centros recurrentes de Jeon Qi pero no con los de Seong Ho ¿queda algo más qué decir?
Antes de que Jeon Yu halara la puerta para salir, alguien empujó desde el otro lado.
—¡Yo, yo, yo vine! —Se encontró con un cara joven y llorosa, un cuerpo delgado de estatura masculina baja que acababa de abrir las grandes puertas— ¡Seong Ho es inocente! ¡Es inocente!
Jeon Yu nunca esperó ver a Jeon Qi en una postura tan valiente, y parecía que Jeon Qi tampoco esperaba verlo, ya que cuando sus ojos se encontraron Jeon Qi se vio genuinamente sorprendido, lo que lo desestabilizó y terminó con Jeon Yu siendo rodeado en un abrazo por su pequeño hermano mayor, quien de repente comenzó a llorar desconsoladamente frente la luz de las cámaras.