*ALTEA*
¿Qué clase de monstruos di a luz?, me pregunté después de ver a Layra siendo recostada en una banca inconsciente.
"Therius, ¿Que hizo?" Le pregunté confundida por lo que presencié, "solo algo que le ayudará a crecer" dijo sin una pisca de preocupación mientras la miraba feliz.
"Mañana hasta la tarde comenzarán las últimas rondas de las peleas individuales así que cuando Layra despierte díganle que aproveche el tiempo y que haga de nuevo lo que aprendió" nos indicó mientras se daba un estirón.
"Estoy todo empapado, mejor me voy a cambiar y a dormir, eso que hice me canso más de lo que calculé" dijo quitándose la manga y su camisón exprimiéndola dejando ver las cicatrices de su cuerpo y brazo.
Aparte de mirada discretamente para evitar ver y recordar cómo se las había ocasionado, los demás mantenían su mirada sobre él y en sus expresiones decían que también estaban recordando eso.
"Uno o dos años más que crezca tu cuerpo y tus músculos esas cicatrices se te verán aún mejor" se burló Iesel cuando noto que se había quitado la camisa.
Therius hizo varias poses haciendo notar la musculatura que había ganado, "ni lo menciones, así querré ganar más músculos antes de darme el estirón" contesto dándonos la espalda dejando ver otras cicatrices no tan grandes y poniéndose la camisa nuevamente.
"Bueno pues ya estuvimos mucho tiempo por aquí, ¿Que tal ir a descansar? que mañana y los siguientes días serán atareados" dije estirándome ya que había puesto a la niña en una cuna donde estaba dormida.
"Excelente idea, mañana será más movido si Layra y Iesel deciden entrar desde temprano y con nosotros ayudándoles" dijo Atheria soltando un bostezo.
"Entonces yo me iré con Therius y ustedes van al hotel entonces, nos vemos mañana" nos despedimos y nos alejamos del grupo, nosotros estábamos acompañados de Dorian quien tenía a Layra dormida en sus brazos, Iesel aun lado de él y Max al lado de mí.
Primero llegamos a la habitación de Iesel y Max despidiéndonos deje a la bebé con Therius en lo que se cambiaba y yo me fui con Dorian.
"Cariño, sé que aún debes estar enojado, pero daté algo de tiempo y conoce a la bebé y verás que lo podrás aceptar sin ningún problema" le dije tratando de persuadir su enojo.
"Se que con el tiempo lo haré, pero no quiero que Therius se deprima o algo similar si llega a perder y se llevan a la niña, con solo verlo puedo ver qué ambos ya se apegaron al otro y ese vínculo formado lo destruirá" dijo explicándome su verdadera preocupación.
La verdad es que no podría negar sus pensamientos y preocupaciones ya que yo también tenía los mismos pensamientos.
"Therius no es invencible y no ganará cada pelea que se le presente y aun así dará todo de si para ganar la admiración de todos por su empeño en ganar aún entre la derrota inminente" contesté diciéndolo con una posibilidad de que el Discípulo con el que vaya a pelar trate de ver la razón de su lucha y pueda apiadarse de él y permitirle mantener el vínculo creado con la niña.
Sumergido en nuestros pensamientos llegamos a la habitación de Layra, entramos y Dorian la recostó en la cama, "saldré en lo que la cambias" dijo saliendo de la habitación.
Con más habilidades maternas que obtuve a lo largo de los años pude cambiar la ropa mojada de Layra en un parpadeo por ropa seca y limpia.
Le di un beso en la frente y me fui regresando con Dorian, "vamos" dije empezando a caminar.
"Nuestros primeros tres niños crecen tan rápido que me preocupa como lo hará Elowen, si con ellos que son calmados hacen algo de ruido no quiero imaginar como lo hará ella" dijo con un suspiro cansado contándome su imaginación sobre como Elowen llamara la atención con su comportamiento.
Yo solo me reía por su gran imaginación, "bueno Dorian ya llegamos" dije dándole un beso de despedida, "esto me recuerda a cuando apenas empezamos a salir y te dejaba en la puerta de tu casa" dijo recordando viejos tiempos de los cuales reí a carcajadas por qué recordé cuando me había pedido una cita.
"No lo recuerdes por favor que con solo recordarlo a mí también me da vergüenza" dijo sonrojando, "está bien, nos vemos mañana entonces" me dio un último beso y se fue.
Cuando entre a la habitación mire como Therius tenía a la niña pecho a bajo en la cama, "hola, mamá, mírala ya debe querer gatear, creo que primero debería saber sentarse" dijo confundido sobre el orden en el que un bebé crece.
"Todos tiene un proceso hijo, luego te le explicó ahora deja me doy una ducha para acostarnos a dormir" dije buscando mi ropa y entrando al baño.
Estuve dentro durante un rato, cuando salí de la ducha no escuché ningún ruido así que me sequé rápidamente y me cambié saliendo con cuidado del baño.
Mire como Therius tenía a la niña en su pecho dormida mientras el sentaba ronquidos ligeros, justo cuando estaba por quitarle a la niña de enzima susurro unas palabras "Beli aquí, aquí" dijo entre su sueño.
"¿Otra vez su amigo imaginario?", me pregunté, le quité a la niña de enzima y la acosté en medio de la cama.
Espere durante un rato para que mi cabello se secara y poder acostarme a dormir también yo.
Después de un rato mi cabello se secó lo suficiente me acosté en la parte libre de la cama tenido a la niña a mi derecha en medio de ambos.
Le di palmaditas en el pecho y me quedé dormida.
***
Escuché el ruido de los cajones abrirse y cerrase, me desperté sobando mis ojos y mirada a Therius con una mochila pequeña colocando unos cambios de ropa en él.
El me noto y me saludo, "buenos días, mamá, no quise despertarte" dijo con una sonrisa de disculpa, "está bien hijo ¿Ya te vas?" Le pregunté.
"Así es, James ya vino por mí y me estoy empacando un par de cambios para los días que estaré fuera" dije dándole un beso a la niña antes de irse.
"Ve con cuidado entonces hijo, aquí te estaremos esperando" le dije dándole un beso en la frente y despidiéndolo en la puerta.
"Entonces nos vemos después mama cuídense y díganle a Layra lo que les indique" se alejó lentamente y desapareció en el pasillo poco iluminado.
Cerré la puerta y me acosté otro rato para dormir otro poco antes de que todos se despierten.
***
*IESEL*
Therius ya se había ido hacia la Sede del Sur para ser entrenando antes de su pelea contra el Discípulo del Este que tuvieran preparado para él.
Aún no me saco de la cabeza lo que presencie ayer cuando Therius estaba enseñándole algo a Layra, ¿Talvez pueda hacer algo similar?, me pregunte tratando de imaginar algo que pueda controlar.
"No te distraigas" la voz de Atheria me saco de mis pensamientos mientras logro esquivar un ataque de su espada.
"Lo siento, me quedé pensando en algo" me disculpé y seguí atacando con mis espadas en diferentes direcciones atacando a Atheria.
Lanze cristales como distracción antes de moverme, pero la electricidad gris de Atheria creo una red tomando como apoyo a los cristales que había lanzado hacia ella.
La red eléctrica se encogió y rápidamente cree una cúpula alrededor de mi para evitar el daño de su ataque.
Cuando logré bloquear el golpe toque con mis palmas la culpa de cristal haciendo que se desfigure y salieran puntas cristalinas disparas hacia Atheria.
Su espada se movió tan rápido que destruyó mis crotales sin problemas.
Se lanzó hacia mí con velocidad así que hice lo mismo que hizo Sara conmigo, cuando Atheria estaba lo suficientemente cerca levanté una pared de cristal astillada.
Justo cuando Atheria estaba por chocar con la pared envolvió su mano el electricidad y golpe la pared haciendo que estalle y los cristales se dispersen a todas direcciones.
Me asimilé momentáneamente creando los brazales de mis brazos bloqueando el golpe de Atheria, es la misma sensación que pelear contra Therius, me di cuenta al notar que Atheria de movía igual que el a la hora de acertar un golpe a corta distancia.
El impacto me hizo retroceder haciendo que mis brazales se astillaran sintiendo como mis brazos se adormecieron por el golpe.
Atheria siguió llegando a mí con un gancho dirigido a mi rostro, gire hacia atrás colocando mis manos sobre el suelo y lanzando una patada acompañada con cristal saliendo de suelo golpeando el puño de Atheria y alzándolo.
Ella me miro sonriente por mi reacción momentánea, "nada mal Iesel, estás mejorando" me halago haciendo que me sonrojara un poco.
"Gracias" dije avergonzada, estire y contraje mis brazos mientras abría y cerraba mis puños tratando de que el adormecimiento se fuera.
"Ese golpe fue duro, me alegro de que no fuera peor y rompieran mis huesos" le dije cuando el adormecimiento se fue y solo quedaba el hormigueo leve en mis brazos.
"Pero lo bloqueaste con el poder suficiente para que eso no sucediera" contesto Atheria, "bueno si pero aún fue preocupante" me reí entre dientes.
Sentí el mana de Layra moverse a un lado de la sala de entrenamiento, "parece que está tratando de hacer lo que Therius le enseño" comenté al ver cómo se movía su mana.
"Parece ser, ya lleva tiempo así solo espero que lo logré" expreso feliz al ver cómo Layra se esforzaba tanto por no quedar atrás de Trevor y Therius.
Caminamos hasta las bancas con los demás para descansar un poco, "¿Cómo creen que lo está haciendo Therius?" Pregunté al aire.
"Lo estará haciendo bien, estamos hablando de el después de todo" se burló Viola, "Los miro a todos ustedes peleando y esforzándose, alcanzando nuevas habilidades, y luego me miró a mí, siento que no podré hacer todo eso, aunque lo intente" Viola parecía deprimida mientras su mirada posada sobre Layra.
"Te lo dijeron antes Viola, solo debes esforzarte y no todo se trata de poder si no de inteligencia para comprender lo que está a tu alrededor" la señora Altea la consoló diciéndole esas palabras.
"Lo sé, solo que aun teniendo casi la misma edad todos se ven tan lejanos e insuperables" dijo soltando un suspiro tembloroso.
Me levanté otra vez y le extendí la mano, "bien ahora arriba, enséñame lo que sabes hasta hora" le dije y ella me miró sorprendida y tomo mi mano y la levanté.
Caminamos hasta el centro de la sala y nos separamos, "¿Tienes un arma específica?" Le pregunto, "ropedas" contesto. Oh casi igual que yo, me sorprendí ya que era similar al estoque y era una de las armas que yo estaba aprendiendo a manejar.
Acumulé mana elemental en la palma de mi mano y empecé a expandir el cristal dándole forma al arma que estaba creando.
Cerré mis ojos y me concentre hasta lograr forjar el arma, la ropeda ya estaba formada, la hice levitar con en control que tenía obre el cristal y se la di.
"La espada es lo suficientemente resistente para que no es astille o rompa así que se libre de usarla" le dije mientras creaba otra espada ligera sin diseño.
"¿Esta lista?" Le pregunté, "lo estoy" contesto nervioso mientras su arma temblaba un poco, "iré con todo Viola, no esperes que sea amable, haré lo mismo que hace Therius con nosotros" le advertí y ella asintió en respuesta.
Se colocó en posición recta colocando la hoja cerca de su nariz apuntando hacia arriba, cerro los ojos y tomo aire.
El viento la empezó a envolver lentamente y yo coloque mana en mi cuerpo, abrió sus ojos y me miro con seriedad dejando a un lado su nerviosismo.
El padre de Therius estaba en medio de ambas como referí, levanto su mano y nos miró, "si ya están listas…. Peleen" inicio la pelea y me lance hacia ella y ella a mí.
Con un solo movimiento de sus piernas ella se acercó a mi con casi la misma velocidad que lo hacía Max, no están muy alejados, dije notado su velocidad.
Su hoja choca con la mía haciendo que el cristal de las armas sonara, lanzó una ráfaga de viento como distracción y se alejó rápidamente.
Me moví con ella interceptando su movimiento haciendo que se sorprendiera y yo tocara la punta de mi hoja en su frente sin causarle daño y retrocedí, "no debes moverte a la ligera, Iesel no necesita tanto mana para moverse y tú confías mucho en la velocidad que te otorga el viento a la hora de tomar distancia" grito Max aconsejando a Viola.
"¿Entonces cómo lo hago?" Pregunto Viola, "según Therius tu estabas siendo entrenada por su padre, incluso el ayudó a Max a entrenar" le dije.
"Si, pero ustedes son otra cosa" dijo refunfuñando, "Therius hablo mucho sobre ti, pero parece que fue su imaginación al final de cuentas" solté un suspiro decepcionado, estaba tratando de hacer que se enojara y se pusiera sería.
Mire a los demás y mire a los padres de viola y note que me estaba dando aprobación de intentar cualquier cosa.
"Creo que no eres lo suficiente para entrenar conmigo, ¡Max! Toma mi lugar" le hable a Max y el empezó a caminar con lentitu6 hacia mí.
"¡No!" Grito Viola, "continuaré contigo" dijo ella molesta, mire a todos y ellos solo sonreían, mire a sus padres y me asintieron los dos y yo les asentí también.
Max dejo de caminar y regreso a sentarse, "entendido" dije regresamos a mi lugar y posicionándome.
El viento la envolvió nuevamente, pero está vez en grandes cantidades de mana en su cuerpo, cerró y abrió sus ojos tratando de controlar el viento que la envolvía.
Soltó un suspiro relajado dando un paso apareciendo frente a mi dejando un camino de viento por dónde paso dándome un estoque cerca de mi rostro.
Esquivé sin problemas el ataque, justo cuando iba a soltar un ataque otra estocada me sorprendió y uno detrás de otro.
Moví mi cabeza y mi cuerpo tan rápido como pude esquivando todos sus ataques sin problemas, mis sentidos fueron mejorados gracias al entrenamiento que recibía de todos y al enfrentar bestias protegiendo mi vida ganando experiencia en batalla o algo parecido.
Cuando estaba a punto de da rostro ataque levanté mi brazo y mi arma desviando el ataque de Viola e interfiriendo la serie de ataques que daba.
Moví mi pierna hacia el frente y balancee mi hoja hacia abajo en diagonal y Viola lo bloqueo por suerte haciendo que su hoja choque en el suelo.
Es inexperta a la hora de pelear así que es normal que no logré reposicionarse en poco tiempo. La evalúe mientras seguíamos peleando.
Ahora era mi turno de atacar, me lance hacia ella balanceando mi arma varias veces haciendo que la punta de mi hoja roce con su ropa y un qué otra vez lo bloquee con su arma.
"No te detengas" dije dando otra serie de golpes dirigidas en diferentes direcciones y ella lograba esquivarlos alejandose y yo lograba seguir su velocidad así que no la deje respirar o descansar.
"Dices que quieres seguir a Therius pero no logras aguantar en una pelea prolongada" le dije esperando a que aumentará su velocidad y logrará contratacar.
"Lo intento solo que no puedo" contesto cansado, y yo seguía lanzado ataques, "si puedes, solo tienes que intentarlo de verdad" le dije presionándola aún más.
El mana dentro de ella exploto soltando ráfagas de aire, retrocedí esperando a que siguiera atacando, "ven" le dije y ella corrió hacia mí con su viento envolviéndola violentamente.
Sus golpes ahora eran más rápidos y más precisos haciendo que no pueda bloquear un ataque haciendo un corte superficial en mi cuello.
"Pareces enojada viola" me burle, "lo estoy" siguió presionando sus ataques con más ferocidad.
Y en algún punto nuestras hojas chocaban constantemente, sus movimientos aún eran lentos en comparación a los ataques a los que estaba acostumbrada recibir así que no me tomo mucho esfuerzo en bloquearlos o esquivar.
Después de casi 10 minutos de estar intercambiando ataques Viola ya parecía terriblemente cansada, "ya es hora de detenernos" propuse, pero Viola seguía dando golpes.
"Quieres seguir, que así sea" dije aumentado el mana en mi cuerpo haciendo que mis ataques sean más rápido y difíciles para que viola los bloqueé.
Uno, dos y tres cortes aparecieron en su brazo y rostro de los ataques que no lograba percibir.
Me aleje y regrese a ella aumentando mi velocidad apareciendo detrás de ella sin que se diera cuenta, movió su hoja a su espalda bloqueando sin éxito mi ataque empujándola hacia el frente dejándola caer en una rodilla y rompiendo su arma.
"Bueno pues hasta ahí" finalicé nuestro encuentro, me moví al frente de ella y le extendí la mano, "arriba, hay que descansar" le dije tomando mi mano y ayudándole a levantarse.
"No estás acostumbrada a nada de esto así que deben entrenar con más intensidad para cuando entres a la academia" le aconsejo ayudándole a caminar por su cansancio.
"Gracias Iesel" me dijo mientras la sentaba en la banca y la señora Emwind le trataba las heridas que le provoque.
Toque mi cuello y la herida ya había sanado con mi mana, "buen trabajo Iesel y gracias por esto" me agradeció la madre de Viola.
"No hay de que" le contesté feliz.