Prologo

Estoy a punto de morir.

Me apoyé contra una pared, mi visión se volvía borrosa mientras mi conciencia se desvanecía. Estoy perdiendo el conocimiento, y la realidad se escapa como si fuera humo entre mis dedos. Miré mi mano, tenia sujetando una nota, que ahora era un cuadro aterrador, pintado en sangre.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo entero al ver el cuchillo clavado en mi abdomen, cerca del intestino delgado, el dolor ardía como el fuego.

Mis pensamientos se volvían caóticos, preguntas sin respuestas danzaban

en mi mente. ¿Por qué? Más palabras, más confusión, mientras intento comprender cómo llegué a esta situación en los oscuros recovecos de este pueblo indiferente, donde las luces destilan un brillo engañoso y los susurros de la noche encierran secretos insondables.

Lo único que quería era tener unas vacaciones tranquilas. ¿Por qué me involucré en todo esto? Mis recuerdos comienzan a emerger, como un velo levantándose en la penumbra de mi memoria. Ya recuerdo... todo era por él. Esta pesadilla, este tormento, fue culpa de esa persona.

Mi asesino.

Caí al suelo después de caminar, estoy perdiendo mucha sangre y mi cuerpo se volvía más pesado con cada segundo.

Miré la pared, con la visión borrosa, mientras el rastro de manchas de sangre en el suelo se entrelazaba con mi confusión. Estaba en un lugar oscuro, o tal vez era yo perdiendo la visión, perdiendo el conocimiento. La realidad se desvanecía, y la certeza de que algo oscuro estaba en juego se apoderaba de mi mente convulsa. ¿Moriré? Me pregunté, aun sabiendo la respuesta. Todo empezó con un murmullo sutil, un eco de violencia que resuena en el silencio.

Sabía desde un principio en los actos en los que me había metido, que este es el resultado de mis decisiones.

Consciente de que todo era un riesgo y un boleto solo de ida. Entonces, ¿por qué estoy decepcionado? ¿Será porque he fracasado? ¿Porque soy un inútil? No lo sé…

Personas, pasos se acercaban a lo lejos, al principio un murmullo apenas perceptible, luego un eco constante.

Antes de perder el conocimiento, distinguí dos figuras que se movían frenéticamente hacia mí. No supe quiénes eran, pero su desesperación era palpable.

Y así, en medio de la confusión y el dolor, mi conciencia se desvaneció, sumiéndome en un abismo oscuro y sin respuestas.¿Cómo había llegado a esto? Esa pregunta resonaba en mi mente, incluso cuando la oscuridad me envolvía por completo.

En el fulgor de este lugar aparentemente tranquilo, me he convertido en el último testigo, en el hilo conductor de una historia que desafía la línea borrosa entre la verdad y la mentira. A medida que las páginas de mi vida se despliegan, los personajes emergen de las sombras, cada uno con sus propios motivos y oscuros secretos.

El asesinato, apenas un preludio, desencadena una sinfonía de intriga, donde la verdad es un tesoro esquivo enterrado en las profundidades del laberinto…

Mi vida se despliega como un juego cruel, y yo, un observador accidental, me veo arrastrado a las sombras de un crimen que dejará cicatrices indelebles en mi existencia.