Entrando a la Aldea Guia

Antes de salir, Altea colocó una carta de éter informando a los ancianos de sus planes y que trataran bien a los prisioneros. También pidió gestionar a los esclavos y hacerles jurar que nunca harían daño al territorio, incluso después de liberarse.

Por supuesto, también mencionó que no podían bajar la guardia hasta recibir el anuncio. Después de todo, podrían seguir siendo atacados. ¿Y si todavía había ratas escondidas esperando atacar?

—Espera —dijo Garan mientras salían por la puerta. Lo llevó hasta el cadáver de Baltimore y sacó un cuchillo largo, decapitándolo.

Sacó un papel tisú de su espacio para sostener la cabeza, y la envolvió en trapos sucios para evitar que su sangre sucia manchara el espacio de su esposa.

—Así la gente creerá que ya han perdido —le dijo. Ella asintió, colocándolo en su espacio. Esto sería su 'entrada' si la necesitaban.

Como no habían recuperado el token aún, no había anuncio.