Aunque Guía tenía mucho oro, naturalmente no podía permitirse los densos centinelas que tenía Alterra. Las murallas solas habían consumido casi todo el oro que ella ganó de Guía.
Por lo tanto, como lo hizo con Valle de Piedra Caliza, eligió añadir dense centinelas en las áreas más sensibles como las puertas y añadió torres de vigilancia en todas partes. De todos modos, los centinelas eran más útiles en hordas de bestias, que eran más activas cerca de las puertas.
En guerras, la gente tendía a ser más creativa, enviando fuerzas que no se centraban en atacar las puertas bien guardadas. También eran astutos tratando de pasar por encima de la puerta. En esos casos, algo de factor humano sería útil.
Sin embargo, añadió muchas torres de vigilancia interiores por eficiencia también. Usaba un poco de sus propios fondos, pero valía la pena por su tranquilidad.