Familias Formadas y Reencuentros (Parte 2)

—¿He dicho muchas cosas mal? —Pongo no pudo evitar preguntar mientras volvían a Casa.

Helen sonrió y le acarició la cabeza. —Lo importante es aprender —dijo—. ¿Deberíamos hacerle una deliciosa cena, no?

Pongo se animó con eso, decidido a compensar sus errores. —¡Hmn!

Era solo que cuando regresaron al orfanato, se sorprendieron al encontrar a una mujer esperando en la sala.

—¿Bianca? —Helen pronunció, un poco sorprendida de que estuviera allí a esa hora.

Ella miró a los niños, —Vayan a preparar los ingredientes y la cocina —dijo, y los niños fueron muy obedientes, felices de dirigirse a su gran cocina compartida para jugar, eh, ponerse a trabajar.

La mirada de Bianca no pudo evitar seguir a los pequeños, y sus hombros se encorvaron. Helen lo vio y pareció darse cuenta de por qué podría estar aquí la otra mujer.