—La inauguración comenzará pronto. Tendremos que actuar. —Un hombre miró a los demás a su alrededor y señaló la puerta oeste justo frente a ellos. Aún estaban dentro del bosque y pronto tendrían que girar.
—¿Has preparado toda la identificación?
—Mientras la puerta esté abierta, aunque sea un poco, podremos entrar. —El hombre sonrió con desdén.
Estaban usando un gran transporte de carruajes que habían robado hace poco. Era un carruaje que pertenecía a un comerciante que venía frecuentemente a la Ciudad Capital para entregar trigos y otros tipos de alimentos.
Usando este carruaje, podrían entrar a la Ciudad Capital.
Justo cuando estaban a punto de girar en una esquina, hubo un sonido de silbido seguido por una lluvia de flechas.
—¡Hay un ataque! —El hombre estaba atónito.
¡Zumbido! ¡Golpe!
*híi*