—Señorita, ¿está bien así? —Una de las dos criadas que seguían a Mu Bai Ci preguntó. Ella vino junto con Mu Bai Ci desde la Residencia de Nan Shu Cheng porque no tenía intención de ser vendida junto con los demás sirvientes.
Se llevaba bien con Mu Bai Ci y deseaba seguirla.
De todos modos, no tenían otras habilidades más que las de criadas. Por lo tanto, seguir a Mu Bai Ci se había convertido casi en una certeza para ellas.
—Sí —Mu Bai Ci asintió. Su expresión era tranquila. Sabía que si aceptaba la invitación de Nan Hua y no demostraba que deseaba una vida tranquila, sería arrastrada a más intrigas.
No creía que perdiera nada con su cerebro y capacidades. Pero no tenía intención de involucrarse en más intrigas. Después de vivir su vida intentando sobrevivir en aquella residencia corrupta, quería vivir una vida tranquila.
Su pasado no fue tan notable.