—¿Y usar la fuerza? —preguntó a su vez Kuang Shen.
—¿Cuándo he usado la fuerza? Simplemente fue un arreglo de los mayores cuando éramos jóvenes.
Un arreglo que a él no le importaba cumplir.
A algunas personas no les gustaba el acuerdo establecido por los mayores, pero a Long Qian Xing no le importaba cumplirlo. Al principio se sintió descontento porque sentía que era realmente restrictivo, pero más tarde sintió que era bueno y quería seguirlo.
Tampoco había necesidad de que él prestara atención a otras mujeres.
Esa muchachita era todo lo que podía ver.
Por eso Long Qian Xing sabía que había entregado su corazón y ni siquiera se molestaría en mirar a otras personas. No quería que otras personas siguieran presionándose contra él.
—Entonces deberías valorar tu compromiso, ya que no todos pueden ser como tú —Kuang Shen soltó un bufido.
—Si realmente la quieres, trabaja para conseguirla y no solo mires desde un lado como un cobarde —Long Qian Xing se burló.