Tallando Jades

Long Qian Xing caminó hacia el patio delantero cuando oyó de sus sirvientes que Nan Hua había llegado. Su sonrisa se volvió más cálida al notar a la joven de pie ahí. Bajo la luz del sol, ella lucía aún más hermosa.

—Hua'er —llamó Long Qian Xing con una sonrisa.

Nan Hua levantó la cabeza y asintió. —Hermano Long.

—¿Has esperado mucho? Estaba con la Abuela justo ahora. Ella estará feliz de verte —Long Qian Xing sonrió y le hizo señas para que se acercara.

Nan Hua asintió y siguió a Long Qian Xing obediente.

Vieja Señora Long acababa de terminar de tomar su medicina. Realmente quería maldecir en voz alta. Pero al ver aparecer a Nan Hua y Long Qian Xing, tragó todas esas palabras y asintió a ambos.

—Abuela, ¿te has sentido mejor? —preguntó Nan Hua al ver la situación de la Vieja Señora Long.