—¡Palmadas! ¡Palmadas!
—Para poder llegar aquí sin que nadie lo note y hasta evitando mi ataque, tengo que decir que eres bastante capaz —una mujer en sus veintitantos se acercaba a Nan Hua.
Vestida con atuendo de cazadora, no parecía una persona común. Sus ojos recorrían a Nan Hua mientras la esquina de sus labios se curvaba formando una sonrisa. Parecía que se sentía más divertida que preocupada cuando alguien entraba en este lugar.
Nan Hua observó cuidadosamente a la persona frente a ella.
Aunque la mujer no mostraba ningún signo de sus artes marciales ni liberaba ninguna presión, Nan Hua podía sentir que era bastante fuerte.
Ese ataque de hace un momento lo había demostrado.
—Estoy aquí para reunirme con el líder —Nan Hua miró a la mujer frente a ella con calma. Incluso sabiendo que las otras personas en este lugar podrían rodearla, no había ni rastro de miedo en sus ojos.
La mujer arqueó las cejas. —Qué interesante que vengas aquí solo para encontrarte conmigo.