¡Feos, Celos!

—Habla, ¿quieres que me vaya pronto? —El Emperador Demonio entrecerró los ojos.

—Sí. —Ella no dudó en responder. Sería bueno si él desapareciera para siempre de su vida. Pero no se atrevió a decir esta frase en voz alta.

—Pero a Este Honorable no le apetece irse ahora; ¿qué hacer? Aún no te he molestado lo suficiente. —Se convirtió en un sinvergüenza.

—Olvidé decirte algo. Ayer, mi hermano me pidió que volviera a la Isla de la Bestia Gigante. —Ella se ató el cabello alto mientras hablaba y no se dio cuenta de que su simple acción le daba otro encanto que era difícil de ignorar.

—¿Tu hermano? —Shen Xian ahora era muy sensible. Siempre que oía que ella mencionaba a un hombre aquí, siempre pensaba que esa persona era su otro hombre.

—Es mi Hermano Mayor.

—Oh, vamos entonces.

—¿Hmmm?

—Este Honorable irá contigo.