El Campo de Nieve de Huang Bai Xing

—¡Princesa!

—Esta es mi decisión —dijo Wu Ying firmemente—. No se te permite mencionar este asunto a nadie, especialmente a nuestros ancestros. —Sus palabras parecían ser una advertencia para ellos.

—Si ni siquiera podemos vengarnos y buscar justicia para nuestra propia gente, ¿qué cara tenemos para mostrar a nuestros ancestros? —Los brujos y las brujas apretaron los dientes frustrados.

—Princesa, realmente nos haces perder la cara, ¿cuándo nosotros, los descendientes del clan de brujería, empezamos a tener miedo de los forasteros? —dijo uno de ellos.

—¿Yo les hago perder la cara? ¿Qué cara quieren si pierden la vida? —La respuesta de Wu Ying fue helada.

—Al menos, moriremos con dignidad, ¡no como cobardes! —Los brujos y las brujas replicaron.

La expresión de Wu Ying era difícil de descifrar.

Justo cuando la tensión llenaba el salón, una voz interrumpió su discusión.

—¡Pfft! —Huang Bai Xing estalló en risas, mientras Shenlian Yingyue levantaba una ceja.