Toda la noche, Huang Bai Xing observaba la figura dormida con confusión. ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué sostenía a esta mujer que le desagradaba? ¿Por qué le había revelado su secreto de venir a buscar los artefactos?
Ese día, Shenlian Yingyue despertó para encontrarse envuelta en una cálida manta dentro de una tienda. Pensó que sus compañeros habían hecho eso por ella y se sintió reconfortada. No preguntó, y nadie en el Mundo Pequeño Etéreo se lo dijo.
Les resultaba extraño que Huang Bai Xing tuviera este lado gentil hacia ella. No lo entendían y tampoco querían hacerlo. Mientras Huang Bai Xing dejara de causar problemas para Yue'er, a nadie le importaba ella.
Después de esa noche, Shenlian Yingyue nunca volvió a ver a Huang Bai Xing. Le llevó varios días calmar sus emociones. No quería arruinar el ánimo de todos para viajar, así que se esforzó por seguir adelante después de esa escena dolorosa.