—Cualesquiera que sean las quejas que persistan del pasado, las resolveremos una vez que localice a mi padre. Pero si persistes en crear problemas... — Su voz se bajó de manera ominosa, un fuerte contraste con el tono gentil que normalmente ejercía. En este momento, el peso de sus relaciones previas parecía irrelevante; cualquier intrusión en sus límites provocaría un lado de ella que otros difícilmente creerían que existiera.
Un opresivo silencio envolvió la atmósfera, todos se preparaban para sus próximas palabras.
—Algo no está bien con toda esta situación, ¡así que por favor contén tu lengua por ahora! — Lanzó una mirada formidable a Xiong Yi Chen, silenciando cualquier protesta que estuviera listo para expresar. Sus ojos, profundos e insondables, evocaban escalofríos dentro del público reunido. Su tono cambió—penetrantemente frío pero impregnado de una autoridad innegable y un atisbo de frustración.