Las Ruinas del Trono Abismal

—No puedo dejar que ella afronte ese riesgo sola —murmuró Tai Hua Lei, con el ceño fruncido por la preocupación.

—Ella no puede protegerte —respondió Yao gravemente.

—¡Daré mi vida para protegerla! —declaró Tai Hua Lei, su voz rebosante de determinación.

—¿De qué sirve sacrificarte por ella? Lo que realmente necesita es rescatar a su maestro, no tu protección —las palabras de Yao cayeron como una cascada helada sobre él.

Tai Hua Lei apretó los puños con fuerza.

—Sé que te has vuelto considerablemente más fuerte. Pero preferiría que te quedaras aquí y continuaras tu entrenamiento —afirmó Shenlian Yingyu firmemente, su mirada fija en Tai Hua Lei.

—¡Te seguiré hasta los confines de la tierra! ¡Puedo ser de ayuda! —insistió Tai Hua Lei, su resolución inquebrantable.

—Este es mi viaje, y tú no estás incluido —ella tuvo que aplacar duramente su fervor, al darse cuenta de que él estaba decidido a acompañarla al peligro.