El Primer Emperador Demonio-Shen Anshuang (2)

—Xian'er, presta atención a mis palabras —nunca permitas que el amor nuble tu corazón. Nunca deposites tu confianza en otra alma si deseas evitar el destino que le sobrevino a tu madre, la Emperatriz. Sé implacable y permanece firme en tu resolución—. La voz resonaba a través del gran salón del trono, donde una abundancia de diamantes, gemas raras y tesoros brillaban en la tenue luz.

La imponente figura, cubierta con atuendo regio, exudaba un aire de autoridad que parecía eclipsar la esencia misma de la vida.

Aunque ella llevaba el monumental título de la primera señora en ejercer poder supremo sobre los vastos reinos, rechazaba la designación de Emperatriz Demonio. En su lugar, insistía en ser llamada el Emperador Demonio.

Su intención era clara: pretendía recordarle al mundo que una mujer podía gobernar un dominio dominado por hombres, que ella podía asumir el formidable poder típicamente reservado para ellos.